“Llamados a compartir el bautismo” fue la experiencia que vivieron noventa catequistas de diversas parroquias de nuestra provincia eclesiástica, en la Jornada de Inducción del nuevo itinerario bautismal que facilitó el CENACAT en la Escuela Juan XXIII los días 3 y 4 de junio. Se contó con la presencia del Pbro. Mario Alberto Segura Bonilla, secretario ejecutivo de la CONACAT- director del CENACAT; el Pbro. Mario Montes Moraga, biblista de la Sección de Animación Bíblica de la Pastoral y de las formadoras de catequistas: Sra. Elvia Abarca, Sra. Adriana Vásquez y Sra. Mónika Torres. Se facilitó una metodología experiencial para asumir la novedad del itinerario en el paradigma de Iniciación en la vida cristiana con inspiración catecumenal; y así sea transmitida la fe a los padres de familia y a quienes responden al llamado de ser padrinos para solicitar el bautismo a los niños.
Los catequistas vivieron una serie de experiencias vivenciales, ritos, entregas, todo de acuerdo al nuevo itinerario. Se utilizaron estrategias novedosas, fáciles y comprensibles, se dio acompañamiento, formación y catequesis. Inició conociendo la experiencia de vida de los catequistas de bautismal y su llamado, se formó en el Paradigma de la Iniciación a la Vida Cristiana, las orientaciones propias de este itinerario y se vivió cada paso del proceso catecumenal lo cual fue muy significativo para los catequistas.

Fotografías Marco Murillo
Para cerrar las 23 horas intensas de esta Jornada de Inducción, se escucharon las réplicas de los catequistas, sus impresiones, sugerencias y consultas para luego celebrar en el marco de la santa Eucaristía todo lo vivido, experimentado y conocido.
Mención especial merecen cada uno de los 90 catequistas participantes, por su disposición, entrega, atención y respeto durante toda la jornada. Pedimos al Señor que ilumine a estos catequistas, quienes tendrán la hermosa tarea de reavivar el bautismo de los interlocutores, sacerdotes, religiosos y laicos en este nuevo camino que además permitirá a cada bautizado adherirse cada vez más a Cristo.