La señora Felicia Hernández, de Alajuela, le escribe a Monseñor Vittorino Girardi Sthelin, Obispo de Tilarán-Liberia, para preguntarle lo siguiente: “Se me ha dicho que las iglesias tienen que ser construidas con la puerta mirando al oeste. ¿Qué significa esta norma?”.
Transcribimos la respuesta de monseñor Girardi:
El Código de Derecho Canónico que reúne todas las leyes que rigen a la Iglesia Católica en las distintas partes del mundo, acerca de la edificación de las iglesias, establece lo siguiente: “En la edificación y reparación de iglesias, teniendo en cuenta el consejo de los peritos, deben observarse los principios y normas de la liturgia y del arte sagrado”.
Y cuando habla de las normas de la liturgia, quiere asegurar que se trate del templo, que favorezca la participación de los fieles en las distintas celebraciones, con todo lo que se necesita para este fin.
Se acostumbra construir las iglesias con el ábside y el presbiterio, es decir, con la parte en que se encuentra el altar, mirando a oriente, y entonces con la puerta que se abre a occidente u oeste. No cabe duda, es una tradición muy atinada ya que con ella se quiere recordar que los cristianos miramos a oriente, pues al oriente surge el sol que nos recuerda a Cristo, Sol que nos ilumina y nos da vida.
Todos sabemos que en el Benedictus, es decir en la oración que pronunció Zacarías, el padre de Juan el Bautista, cuando se le soltó la lengua, se habla del Mesías-Jesús, como el Sol que surge y viene a nosotros de lo alto (cfr. Lc 1,78).
Tomado del Eco Católico
“Tus Dudas”. Domingo 8 de Junio 2014, página 17.
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